Biografía
Comencé a transitar por los caminos de la cuentería y la narración el siglo pasado, allá por 1990, alimentándome de las historias tejidas y maceradas en los tiempos pasados que otros recogieron y supieron regalarme. También me he nutrido de las que han ido surgiendo en estos tiempos que nos tocan vivir, imaginar y soñar.
Este es el caldo que me ha permitido a veces crear y otras recrear mis repertorios «Remedios para no sufrir», «las ciudades invisibles», «No sólo de tabaco muere la persona», «Lo que haría para que me quisieras», «Los viajes no tienen vuelta» y otro montón de historias que se han acomodado en mi sistema circulatorio y que cuando les apetece aterrizan en mi corazón; ya se sabe que cuando el corazón se llena surgen las palabras.
Y en ésto estoy: Escuchando a quien me quiere contar y contando a quien me quiere escuchar, transitando por un mundo en el que todo es posible aunque no sea cierto.